Tuesday, March 21, 2006

Erase un cambio de impresión

Mi negocio es un pequeño local para navegar por internet ubicado en el centro de la ciudad, con el frontis pintado de color amarillo oro en la parte superior y azul eléctrico en la parte inferior (bastante desteñidos), ahora que lo pienso está pidiendo a gritos una manito de pintura. El interior es de color blanco invierno, para darle mas claridad y aparentar que es más amplio de lo que realmente es: el color de la fachada es señal que hace muchos años, ya no recuerdo cuantos, esto fue un centro de llamados telefónicos, negocio que murió debido a la implacable competencia surgida por la venta indiscriminada de ficheros por parte de los mismos agentes de ventas que prometieron que el negocio de la telefonía sería grito y plata, claro que no explicaron que eso sería para ellos. Ah, los agentes de ventas.
El Loko permaneció de pie frente a mi escritorio, observándome con sus ojos color café claro, que a diferencia del resto de su cuerpo, daban la impresión de pertenecer a un hombre que a logrado liberarse por completo de los avatares de este mundo. Era un hombre de mediana estatura, de unos setenta kilos, tez blanca golpeada por el sol del verano, cabello despeinado castaño claro, con abundantes canas, lo que indicaba que bordeaba ya los cincuenta y cinco años, vestía una camisa multicolor de esas que se usan en los países tropicales, las típicas desteñidas ya, que se encuentran en los cestos de ropa americana y que nadie compra a menos que estén en oferta de dos por una y casi al costo, claro, si Chile es un país oscuro, apagado, escondido tras la Cordillera de los Andes, y sus habitantes somos el reflejo de esta geografía en la que nos tocó nacer, entonces, quién se atrevería a usar una camisa multicolor sin dar importancia a las risas y burlas de sus congéneres, sólo un loko vagabundo como el que tenía frente a mi escritorio.
No tuve tiempo de seguir analizando su aspecto pues el Loko sonrió y preguntó si podía tomar asiento; fiel a mi carácter amable y a mi trato cortés hacia los demás, le facilité uno de los pisos de plástico negro que ocupan los clientes mientras esperan que les digite sus trabajos, pero no fue sólo por cortesía y amabilidad, su voz calma y su sonrisa espontánea me hicieron sentir que el Loko era un tipo en el cual se podía confiar.

1 Comments:

At 12:17 PM, Blogger Sebastian Montalban said...

Que grato es leer tus Post!
es una forma mas interesante de conocerte, aunque puedo decir con propiedad que te conozco. creo que mas apropiado seria decir que es una mejor forma de saber como anda la cosa en casa y que es lo que esta pasando con mi viejo!! sigue no mas, te felicito por el progreso! Te Quiero mucho viejo!

 

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